Aprendí de ti lo mejor Papá, Perseverancia, honradez, amor. Con la frente bien altiva ¡Trabajando siempre...con tesón! Aprendí de tu honradez, tu respeto Y tu valor, tus respuestas a mis dudas Con tus bellos ojos cafes...
Tu mirada penetrante, Amorosa y delirante.
Callado, siempre enamorado, De Mama,
De tus hijos...De la vida. Y, poco a poco, a paso lento
Con tu temple, Fuiste dejando un vació. En mi triste corazón... Sabiendo tu, que quedarías dormido, No pudiendo yo intentar Haberte retenido. ¡Cuanto aprendí de ti! ¡Ay! Que falta me haces, mi viejo, Mi Viejo Querido... Tus sabios consejos de siempre...fuiste mi delirio, Te llevo en mi alma...siempre conmigo. Lo aprendido de ti Papá, nunca lo olvido. Por siempre serás mi viejo, Mi Padre Adorado y Querido. Y yo, seguiré siendo tu niña, La que aprendió tus consejos... Aquella que ya hoy ha crecido.
El amor que mi Papi le tenia a mi madre y a sus hijos era unico. Mi papa fue un buen hombre, un buen esposo, y un buen padre. Nos dio todo.
Mi Querido Papá,
A Dios doy gracias por ser mi Querido Padre. Por tus reproches y consejos, por el bien que me enseñaste , y de mi ser siempre cuidaste. Por ser padre bondadoso, lleno de paz y sabiduría, porque amaste la verdad, justicia y rectitud en demasía. Por ser mi padre amado y enseñarme la caridad, Sentimientos nobles te cubren, no conoces la maldad. Caballero noble y parco, me enseñaste a luchar. Aspirando siempre a lo más alto y a mis sueños no renunciar. Por aborrecer todo lo malo. Por tus celestiales valores. Por guiarme de la mano en senderos llenos de flores. Por tus palabras de aliento en mis momentos más tristes. Por tus silencios elocuentes que me calman dulcemente. Por tu mirada sabia y profunda. Por tu expresión tan serena. Por tu paciencia y tesón. Torbellino de cosas buenas. Por ser hombre testarudo aferrado a tu convicción. Por mantener en alto tus ideales sin perder la calma o razón. Por instruirme en la vida y enseñarme a no mentir. Por preocuparte por mis problemas y recompensa no pedir. Por enseñarme nobles valores: el amor, rectitud y compasión, justicia, desinterés, trabajo, caridad, verdad y el perdón. Por todos tus desvelos. Por tu amor paternal. Hombres como tú hay pocos. Eres un padre ideal. Por cumplir con tus deberes. Porque nunca me fallaste. Porque contigo siempre pude contar. Hoy y siempre mi amor te entrego. Porque siempre estábas ahí, tendiéndome tu cálido abrazo. Por ser modelo en mi vida. Por siempre creer en mí. Por todo esto padre, te aprecio, y a Dios de nuevo agradezco por en mi vida tenerte a tí.
TE QUIERO MUCHO, PAPÁ!